Arwen miró la tarjeta y se quedó en silencio por un momento.
Gianna continuó, su tono era un poco más serio de lo habitual.
—Mencionaste que podrías visitar a un neurólogo para entender mejor tus sueños, así que pensé en compartir su contacto. Es amigo mío, así que no sería difícil hablar con él. Es solo que... tendrás que esperar un poco. Actualmente está fuera del país, pero volverá pronto.
Para ser honesta, aunque Arwen había mencionado la idea de visitar al neurólogo para explorar los sueños que había tenido últimamente, no lo había decidido seriamente.
Pero ahora que Gianna le había traído el contacto específico —alguien que podría ayudarla— sintió un renovado sentido de curiosidad. Quería llegar al fondo del asunto.
Asintiendo, miró a Gianna y dijo:
—Está bien, esperemos a que regrese. Iremos a verlo.
Gianna sonrió, asintió de vuelta, pero su expresión se apagó cuando el pensamiento cruzó por su mente.