¿Quieres la verdad?

Arwen no estaba molesta con Aiden por irse sin esperarla—cualquiera habría hecho eso. Estaba molesta porque le había prometido recogerlo, y sin embargo él había esperado tanto que finalmente tuvo que irse, cansado de estar allí sin ninguna señal de ella. Sintiéndose decepcionada consigo misma, se dio la vuelta para marcharse cuando la voz de Aiden la detuvo.

—¡Luna!

Se quedó paralizada, por un momento sin creer que fuera verdad. Pero luego se dio la vuelta para comprobar y sus ojos brillaron de alegría al encontrarlo allí—de pie con una sonrisa que ella reconocía muy bien. Una que era para ella. Reservada solo para ella.

Antes de saber lo que estaba haciendo, ya había corrido hacia sus brazos, envolviendo los suyos alrededor de su cuello—de manera tan íntima.