+Capítulo 93+

El teléfono de Asher sonó antes de que pudiera alcanzar la puerta de la oficina improvisada y sus ojos avellana-dorado se abrieron de par en par al ver el nombre de Jael.

Contestó antes de que pudiera sonar por segunda vez, preparándose para lo que escucharía.

—Oye —la voz ronca de Jael llenó el altavoz.

Asher esperó conteniendo la respiración, tenía tantas preguntas pero no quería alejar a Jael con ellas.

—¿Recuerdas a la banda a la que intentamos robar cuando éramos niños, solo para terminar en la cárcel? —Asher frunció el ceño, lo recordaba demasiado bien. Había estado reflexionando sobre ello hace solo unos días.

—¿Sí?

—Sabía que lo harías —se rió Jael, el sonido era un poco escalofriante—. Puede que necesite que vengas a recogerme —continuó después de expulsar una nube de humo.

Eso hizo que Asher se pusiera en movimiento de nuevo.

—¿Estás en el centro? —preguntó apresuradamente, preocupado de que Jael desapareciera de nuevo.