+Capítulo 92+

Lucy sacándole de la cama cada mañana con la promesa de comida era algo que Caspian no sabía que extrañaría tanto.

Sin darse cuenta se había convertido en una cómoda rutina aquí...

Darle un beso de despedida a Asher soñoliento y luego holgazanear hasta que Lucy entraba e insistía para que se arreglara para comer.

Para cuando la mañana comenzaba a calentarse, y Caspian sentía más hambre, finalmente se levantaba de la cama.

Frunció el ceño hacia la puerta, mirándola intensamente como si fuera a invitar a Lucy.

Quería llamarla pero no quería sonar mimado, después de todo, solo estaba curioso.

Caspian decidió arreglarse y pedir desayuno por su cuenta, justo como solía hacerlo antes de que Lucy apareciera en la escena.

Al poco tiempo, hubo una llamada en su puerta, haciendo que Caspian se animara.

Pero cuando lo único que ocurrió fue la llamada repitiéndose en lugar de que la persona al otro lado entrara directamente, él la invitó a entrar, desinflándose.