Lake entró en la habitación, asegurándose de mantener distancia entre él y Matilda, porque realmente parecía que quería arañarle los ojos.
—Me ha llegado una noticia interesante —comenzó Matilda, sus labios pintados de rojo torcidos—. Que un empleado de la mansión ha empezado a salirse de la línea...
Las cejas de Lake se elevaron en realización —podía adivinar de buenas a primeras cómo esa noticia había llegado a Matilda.
Escuchó en silencio, teniendo la sensación de que estaría allí por un rato.
—Y como una de las únicas familiares sobrevivientes de Davian, es imperativo que intervenga y haga algo al respecto.
Lake cambió el peso de un pie a otro, aún no había almorzado y no ayudaba que hubiera estado de pie antes de que Matilda llegara.
—Porque antes me enterrarán que permitir que alguien de tu posición se infiltre en la prestigiosa Casa de Black...