-Capítulo 267-

—D-Detente... ngh... M-Maestro Davian

No había forma de hacer entender a Davian, lo que no dejaba a Lake otra opción que agarrarse fuertemente del cabello.

Era demasiado temprano para que Davian lo agotara completamente —¿qué haría si dentro de unas horas, su pene estuviera demasiado adolorido para tocarlo?

Funcionó a la perfección, los ojos desenfocados de Davian encontraron los suyos. Tener una conversación mientras su pene todavía estaba en la boca del Alfa era, sin duda, una experiencia nueva.

Debía transmitir su mensaje de todos modos, sus manos pasaron del cabello de Davian al firme agarre del Alfa en su cintura.

—Suéltame —apenas había terminado de hablar cuando Davian apretaba su agarre aún más.

—Mierda —Lake maldijo—, no hables con la boca llena. Lo regañó cuando Davian intentó protestar verbalmente—, duele, suéltame. No me voy a ir.

Finalmente lo hizo entender, cayendo en la cama con un suspiro, ligeros hormigueos de posorgasmo aún recorriéndole.