-Capítulo 283-

Los ojos de Lake se abrieron de par en par al ver las varias bolsas de comida que Davian había tenido la precaución de colocar suavemente y no destrozar como la puerta del baño.

Parecía que cocinar empezaba a ser una mejor opción que Davian comprando un restaurante en cada comida.

Ni siquiera podía comer mucho, porque su gran brunch había sido apenas hace unas horas.

—Compra menos comida la próxima vez —le regañó levemente mientras observaba la cantidad de comida que aún quedaba.

—De acuerdo —aceptó Davian con voz ronca, centrado solo en que Lake dijera 'la próxima vez'.

—Deberíamos poner las sobras en el congelador —decía Lake—. Así no tenemos que preocuparnos por la cena...

Su teléfono sonó mientras decía eso y lo cogió.

—¿Ya estás aquí? —Lake preguntó con una sonrisa creciente—. Voy a recibirte en la puerta principal.

La expresión de Davian se agrió por la breve llamada telefónica que acababa de tener, concentrándose un poco demasiado en empacar las sobras.