-Capítulo 286-

—Está bien —gruñó Davian, concediendo muy a disgusto.

Tomó la llave de uno de sus hombres, caminando hacia el coche que había sido preparado para el viaje.

—¿Revisado? —habló en tonos bajos a él.

El hombre parecía grave mientras respondía:

—Cada centímetro cuadrado.

Davian aún no parecía convencido, pero lo dejó pasar, abriendo la puerta del pasajero para Lake.

—Gracias —murmuró Lake, entrando; el interior del coche lo protegía de las miradas curiosas de los hombres de Davian.

No ayudaba que él los conociera tan bien como ellos a él, haciendo que su nueva situación fuera aún más incómoda.

El sol se estaba poniendo mientras salían de los portones de la mansión, Lake se abrochaba nerviosamente el cinturón de seguridad.

No podía precisar exactamente por qué estaba nervioso; podría ser la nueva experiencia que estaba viviendo.

También podría ser la expresión peligrosa que Davian estaba mostrando actualmente.