-Capítulo 308-

Davian había puesto mucho esfuerzo en preparar el desayuno, se paró junto a Lake quien estaba recostado en la cama con almohadas, la bandeja colocada sobre sus piernas.

—¿No vas a comer? —preguntó Lake con preocupación mientras tomaba directamente la taza de chocolate caliente humeante.

El resto de la comida no parecía radiactiva, y también olía bien, eso eran dos puntos de tres.

—Después —dijo Davian sin ocultar su impaciencia.

Lake tomó un cuidadoso sorbo de la bebida caliente, sus ojos brillaban como miel calentada por el sol. —Está delicioso.

—Pareces sorprendido —dijo Davian secamente, su pecho se infló a pesar de sus palabras.

—Siéntate —Lake dio palmaditas en el borde de la cama.

El desayuno era simple, huevos, pan tostado, tocino y el chocolate caliente que había pedido.

Los huevos estaban tan buenos que levantó la mirada hacia Davian con la boca llena de comida, sus ojos brillantes pero incapaces de comunicar verbalmente lo bueno que estaba en ese momento.