+Capítulo 414+

Nikolai se despertó al romper el alba, su habitación estaba oscura pero se movía con facilidad pese a la limitación visual. Salió de la habitación después de un rato de moverse en silencio, completamente vestido, con un cigarro en la mano.

El pasillo estaba iluminado, la luz iluminaba sus frías facciones mientras se dirigía hacia la habitación de invitados. La droga debería estar pasándose pronto, él lo sabría, era lo que tomaba para dormirse noche tras noche.

Se despertaba como un reloj después de que pasaba el efecto, sus noches sin sueños y cortas.

No confiaba en que Ángelo se quedara tranquilo durante todo el día y no quería mantener al asesino atado todo el día. Un día estaba bien, pero después de una semana sería tortura. Ángelo parecía que disfrutaría de eso, y Nikolai no podía darle ese lujo.