El juez realizó un rápido movimiento con su gran mano, instando a la sala a volver al orden, y se dirigió a Altair con una voz seria.
—De hecho, esto es una pieza concreta de evidencia, Reverendo Altair. Sin embargo, dada la reputación del joven Señor Ashter, no se puede descartar la posibilidad de que la pipa de opio haya sido colocada en la escena para incriminarlo por el secuestro de la Señora Rosalía. Después de todo, Lord Raphael no tenía motivo para cometer tal crimen.
Las palabras del juez atravesaron el corazón de Damián con una dolorosa lanza de frustración. Frunció sus perfectamente formadas cejas negras y se apresuró a interrumpir, su voz adquiriendo un tono fuerte, casi amenazante.