Fiesta de Cumpleaños

Mientras el carruaje en movimiento continuaba su camino hacia adelante, el paisaje floreciente y vibrante fuera de las ventanas se transformaba en un borroso desenfoque. Los enormes caballos negros que impulsaban el carruaje avanzaban con un vigor recién encontrado. En medio de este rápido movimiento, Rosalía se encontró mordisqueando ansiosamente la uña corta de su pulgar izquierdo, un profundo ceño fruncido marcando su frente. Su mente era un torbellino de pensamientos, luchando por dar sentido al caótico desorden interior.

El reciente encuentro con el Barón Aelon había dejado a la Señora Ashter en un estado caótico. Ella había anticipado que el tema del regreso de Evangelina eventualmente surgiría, especialmente dada la proximidad a los eventos que se desarrollaban en la novela. Sin embargo, no podía deshacerse de la sensación de estar completamente desprevenida para esta significativa discusión.