Visita Inesperada

Altair se encontró de pie ante un magnífico sauce, cuya imponente presencia reclamaba su atención. Con una mirada reverente, levantó la cabeza, permitiendo que sus ojos pálidos y platinados recorrieran el exuberante dosel de hojas, cuyo suave susurro creaba una sinfonía de la naturaleza. Al inhalar profundamente, el revitalizador aroma de la flora próspera envolvió sus sentidos, y no pudo evitar deleitarse en la vibrante vida que lo rodeaba. Luego, al exhalar con un suspiro satisfecho, su momento de tranquilidad fue destrozado por un débil sonido que emanaba de las profundidades de la sombra del árbol.

En respuesta al ruido inesperado, las cejas de Altair se fruncieron levemente, insinuando un creciente sentimiento de inquietud.