Capítulo 388: Dar una Paliza

—No... no...

Shen Li jadeaba por aire, sintiéndose extremadamente débil al despertar, sin siquiera la fuerza para bajar las escaleras.

En este momento, ni siquiera tenía la energía para rogar o gritar.

Suave e impotente, como si no pudiera mover ni un solo dedo.

Al mirar hacia arriba, vio que la cámara aún giraba, grabando fielmente todo lo que sucedía ante ella.

Esto pareció despertar el último atisbo de fuerza en Shen Li.

—Déjame ir, ¿qué derecho tienes de tratarme así... —dijo Shen Li llorando mientras impulsaba a Huo Siyu lejos, usando su último gramo de fuerza para liberarse de su agarre.

Pero debido a su lucha, cayó al suelo, el frío piso le enviaba escalofríos.

Su cuerpo y alma, marcados y maltratados, se sentían como si la última primavera dentro de ella se hubiera roto, dejando nada más que una cáscara vacía, sin siquiera la fuerza para respirar.

Huo Siyu, Huo Siyu...

—¿Por qué tenía que tratarla así, qué derecho tenía...?