—Deja de pensar en eso —se dijo a sí misma la señorita Shen con una expresión algo perdida, sus pensamientos alejándose.
Aún podía recordar claramente la inicial infatuación, la forma en que se sentía cuando miraba a Shen Yu.
El dios masculino no había cambiado, incluso ahora.
Pero... parecía que había un poco de diferencia, pensar en él todavía dolía, pero no era del tipo romántico.
No había aceleración del latido del corazón, más bien como el que se tiene hacia un hermano, como familia.
Parecía que desde el momento en que pronunció su rechazo, sus sentimientos por Shen Yu habían cambiado.
Hermano... aunque Shen Yu no compartía el apellido Shen, habiéndolo llamado hermano durante tanto tiempo, sentía como si realmente hubiera llegado a considerar a Shen Yu como su hermano.
—Señorita Shen... —el mayordomo entró con un teléfono, luciendo algo dudoso, y preguntó—, ¿la señora Rong está en línea para usted?