Un juego...(2)

Cerca, otros soldados que habían estado entrenando dejaron lo que hacían para observar el extraño espectáculo.

Algunos lanzaban miradas curiosas, intentando descubrir qué estaba tramando el Duque, pero ninguno se atrevía a acercarse demasiado. Sabían mejor que involucrarse en uno de los juegos de Raven.

—Están invitados a mirar, pero si atrapo a alguien holgazaneando en su práctica, se unirán al juego —soltó una risita Raven.

Los soldados que observaban rápidamente volvieron a sus tareas, aunque muchos seguían lanzando miradas furtivas. Los que estaban atrapados en la postura de la rueda ya comenzaban a verse tensos, con los brazos temblando y los rostros enrojecidos por el esfuerzo.

Para cuando llegó el minuto 5, era evidente que la mayoría estaba llegando a su límite. El sudor les corría por el rostro, y algunos temblaban tanto que parecía que podrían colapsar en cualquier momento. Sin embargo, Raven no mostraba ningún signo de piedad.