Era fácilmente notable que su vínculo era mucho más que solo una relación superficial entre un señor y sus caballeros cuando estaban juntos con Raven. Los caballeros eran la otra fuerza del Duque a tener en cuenta. Por eso Serafina no quería que el poder se desmoronara solo por ella. Admiraba su lealtad y dedicación, entendiendo el papel crucial que desempeñaban en mantener la estabilidad del hogar y del Ducado.
—Espero que no te sientas demasiado presionado por visitarnos de nuevo. Y por supuesto, no tienes que esforzarte demasiado —agregó, sus ojos brillando con preocupación genuina. Su voz era suave pero firme, un testimonio de su naturaleza cariñosa.
—...muchas gracias por tu consideración sincera —respondió Terrance, un ligero temblor en su voz. De hecho, era una vista rara para él, ya que siempre había mantenido su actitud racional para no ser una molestia para su Señor. La sinceridad en las palabras de Serafina lo tocó profundamente, algo que no había esperado.