Era un nombre muy familiar. Las invitaciones a eventos sociales eran una rareza para Serafina, quien había pasado gran parte de su pasado reciente enferma y recluida. Aparte de algunas grandes reuniones, su presencia a menudo había pasado desapercibida. Las pequeñas fiestas de salón o las reuniones íntimas de té generalmente le estaban vedadas. Sin embargo, en medio de estos rechazos, una invitación siempre había encontrado su camino hacia ella: la Fiesta de Salón de la Marquesa de Nibeia.
—La Marquesa de Nibeia es una anfitriona regular de salones —explicó Gilberto, pasándole la delicada tarjeta de invitación—. Ella es quien ha estado organizando y gestionando el salón ella misma, razón por la cual siente tanto cariño hacia él. Por lo tanto, no parece ser un mal lugar para ajustarse de nuevo al mundo social.