La historia de Raven

—Esas duras palabras dejaron a Lyndon sollozando internamente, su aliento atrapado en la garganta mientras luchaba por encontrar una respuesta.

—Oh, bueno—eso es…

—No es solo Lyndon quien se siente así. También me preocupa mucho oír que la Duquesa está enferma, pero aún es mejor terminar la parte de trabajo de hoy —interrumpió Terrance, su voz teñida de preocupación pero resuelto en su dedicación al deber.

—Al final, Terrance ayudó un poco ya que no podía soportarlo más. Los dos ya estaban decididos a ser castigados por Raven, pero él, por otro lado, estaba confundido por algo más en su interior.

—¿Qué estoy haciendo? ¿Amor?' El pensamiento lo roía, un concepto ajeno que enredaba sus pensamientos y emociones en una confusa red.

—Sus ojos confundidos temblaron después de bastante tiempo, el peso de su lucha interna reflejado en su mirada.