Cuervo reprimió una risa. Nunca había cogido un resfriado en su vida, pero ver a Serafina preocuparse por él le resultaba entrañable. —Está bien, lo tendré en cuenta —dijo, cediendo a su preocupación.
Las preparaciones para el viaje al Marqués W avanzaron de manera constante.
Para el Duque, empacar era sencillo, dada su frecuente participación en guerras. Sin embargo, para la Duquesa, era una historia completamente diferente.
La noticia de que la Duquesa viajaría a un país frío durante varios días sumió al Ducado en un estado de emergencia.
Los sirvientes estaban profundamente preocupados, sabiendo que un viaje de largo plazo sería un desafío para su delicada Madame, especialmente con las fuertes tormentas pronosticadas. Su preocupación era palpable.
—¿Qué deberíamos preparar primero?
—¿Y si siente frío durante el viaje?
—Madame, ¿y si se cansa por el traqueteo del carruaje?
—¡Piel! ¡Debemos pedir el abrigo más cálido para mantenerla cómoda en el carruaje!