Viajando a la próxima ciudad

Pasó el tiempo, y ya era el amanecer cuando Cuervo y Serafina seguían durmiendo en su habitación.

La luz del día se podía ver entrando en la habitación del hotel donde estaban, iluminando ese ambiente.

Si alguien entrara en este lugar en este momento, tendría una reacción de sorpresa. Aunque los dos llevaban un tiempo durmiendo, aún se podía sentir en el aire el denso olor característico del sexo.

Pero no solo eso, había ropa esparcida por el lugar, sábanas y almohadas alejadas de la cama, y varias marcas de sudor en los muebles.

Había una mancha húmeda en la cama del dormitorio y algunas manchas en la sábana. El lugar estaba desordenado y contaminado con los fluidos de Cuervo y Serafina.

Los dos se habían perdido en la lujuria y habían hecho de todo la noche anterior. No es exagerado decir que usaron todas las posiciones posibles mientras lo hacían en diferentes puntos de esta habitación.