Desde que la habitación no estaba lejos del baño, solo a un par de pasos. Raven esperaba dentro.
Serafina entró, cerró la puerta con llave y se dirigió hacia Raven, quien ya estaba sentado en el extremo de la cama.
Comenzaron a besarse apasionadamente mientras se desnudaban poco a poco e intercambiaban caricias.
Serafina tenía una mirada nublada en sus ojos y el rostro sonrojado mientras tenía el cabello recogido en una gran cola de caballo.
Para Raven, su expresión era bastante regular, aparte de la mirada lujuriosa en sus ojos. Delante de él, la joven mujer sí tenía un cuerpo impresionante, lo que le hacía desearla como nunca antes había sentido.
Aunque había tenido muchas sesiones con esta encantadora mujer antes, su lujuria por Serafina aún estaba en un nivel completamente nuevo.
Serafina estaba entonces medio desnuda, mientras que Raven era más atrevido, estando completamente desnudo.