Serafina yacía junto a Raven, su delicada ropa interior roja se pegaba a su piel, mientras que Raven no llevaba más que un par de pantalones cortos holgados.
Los dos descansaban en un abrazo tranquilo, su cabeza anidada contra su brazo y su pecho apretado suavemente contra el de él.
Compartían el calor de sus cuerpos, dejando que la comodidad del momento los envolviera.
Descansaban cuando de repente un sonido interrumpió su paz.
*Paa~ paa~ sí...sí...más fuerte...paaa~paa~*
Los inconfundibles sonidos de Verónica y Blakky entregándose a una intimidad pasional y vigorosa llenaron el aire, cortando la quietud de la noche.
La tienda junto a ellos estaba viva con gemidos y el sonido rítmico de carne contra carne. El rostro de Serafina se sonrojó mientras giraba la cabeza ligeramente, escuchando la intensidad de sus actividades.