Punto de vista de Dominick
Después de unos minutos, llegamos al club. Antes de que pudiera marcharme con Selene, me giré hacia Alen y Luna. —Recuerden mantener un perfil bajo. No quiero que la prensa publique noticias de que engañaste o algo por el estilo —les instruí antes de alejarme.
De hecho, estaba aquí para verificar el envío que le pedí a Selene que manejara. Mis clientes se estaban impacientando y necesitaba suministrarles sus armas.
—Por aquí, jefe —me indicó junto a la variedad de armamento esparcido sobre la mesa una vez llegamos al sótano subterráneo.
—Esto es jodidamente genial. Realmente podría haberlo perdido si no te hubieras ocupado de esto. Llama a nuestros clientes y diles que sus pedidos se cumplirán pronto —instruí.
—Sí, jefe —asintió Selene y comenzó a marcar los números.
—Ya les informé, jefe, y están listos para recibirlo —dijo Selene.
—Bien, informa a Alen y dile que se encargue —respondí.
—Sí, señor —asintió.