Falta.

Punto de vista de Dominick

—En primer lugar, Marcelo, ¿dónde está Luna? —exigí, perdiendo la paciencia.

Marcelo suspiró profundamente, lanzando una mirada a sus hombres. —¿Dónde demonios están Joel y Luna? ¿Por qué tardan tanto?

Uno de sus hombres entró precipitadamente, casi sin aliento. —¿Qué pasa? —preguntó Marcelo tajantemente.

—Ella se ha ido... se han ido —respondió el hombre, jadeando por aire.

—¿Quién se ha ido? —pregunté, temiendo su respuesta—. ¿Dónde está Luna?

—Joel se escapó con ella.

—¿De qué demonios estás hablando? Ella estaba ahí en esa habitación hace unos minutos —dijo Marcelo, elevando la voz.

—Lo juro, señor, los vimos alejarse en las cámaras de CCTV.

—¡Basta! —exclamé, amartillando mi pistola—. ¿Dónde demonios está Luna? ¡Sáquenla!

—Dominick, cálmate —Marcelo suplicó—. Estoy tan confundido como tú. No sé por qué Joel hizo eso.

—¿Quién diablos es Joel? —preguntó mi padre, adelantándose con una mirada feroz.