Dentro de un lujoso castillo situado junto a la torre central del mago, el viejo maestro de Kelly caminaba de un lado a otro, con el ceño fruncido en profunda preocupación.
Siempre había sido una imagen de calma y autoridad, pero hoy, algo lo había sacudido hasta el núcleo.
Julia, que había tenido una pelea con Gordo en la casa de apuestas, lo observaba con una mirada curiosa. Era raro ver al anciano, que usualmente la menospreciaba y la trataba como a una niña mimada, tan visiblemente tenso.
—¿Qué sucede, maestro? ¿Por qué pareces tan tenso? —preguntó ella, con su curiosidad despertada.
Maestro Kale la ignoró, continuando su inquieto vaivén. Julia, estuvo allí por mucho tiempo y preguntó de nuevo, su persistencia alimentada por la peculiar situación.
—Maestro... —lo llamó insistentemente.