Invitación especial a la Cumbre de los 9 Reinos

Los primeros rayos del amanecer se filtraban a través del denso dosel del Bosque del Diablo Montañoso mientras Tang Zi y Kent estaban al borde de un estanque de agua fresca, listos para el viaje del día.

—Hoy nos dirigimos a un lugar llamado colina rocosa Trueno. Es conocido por sus tormentas implacables, perfectas para templar tu cuerpo y mente —dijo Tang Zi, su voz firme.

Kent asintió, sintiendo una mezcla de anticipación y determinación. Sin decir otra palabra, se pusieron en marcha, corriendo por el bosque con la velocidad y agilidad de bestias salvajes. Tang Zi lideraba el camino, sus movimientos fluidos y poderosos, saltando de árbol en árbol con la gracia de un mono. Kent seguía, imitando los movimientos de su maestro lo mejor que podía.

Corrían incansablemente, el bosque se difuminaba a su alrededor. Escalaban pequeñas colinas, sus músculos ardiendo de esfuerzo, y saltaban sobre barrancos, sus sentidos agudizados por el desafío constante del terreno.