Kent hizo una pausa, sin voltear, su voz era un murmullo bajo mientras respondía —Voy a aliviar mis emociones.
Tang Zi asintió, su expresión una de comprensión —Ve a la Montaña del Diablo. No regreses hasta que alcances tu límite. La Reunión del Espíritu Bestia Inmortal está a catorce días. Recuerda eso.
Kent solo asintió, su mente ya estaba decidida sobre el camino por delante. Continuó caminando, su figura desapareciendo lentamente en el abrazo sombrío del bosque.
La única compañía a su lado era el dragón bebé, acurrucado en su hombro, su pequeña cabeza descansando contra el largo cabello de Kent en un estado somnoliento. El dragón, aunque joven, parecía sentir la agitación de Kent, su suave respiración era una presencia tranquilizadora en medio del caos en el corazón de Kent.