El Maestro del Pico Porus agarró el cuello del patriarca del clan del veneno, sus ojos ardían con una fría furia que había permanecido oculta durante años. No dijo una palabra mientras comenzaba a arrastrar el cuerpo roto del hombre a través de los senderos de piedra del Pico del Sol Naciente.
Cada paso era deliberado, el sonido de los temerosos gritos del patriarca del clan del veneno llenaba el camino.
Kent, de pie junto a su carro dorado, hizo un movimiento para seguirlo, pero una mano firme en su hombro lo detuvo. Era el Anciano Patriarca, su mirada intensa pero tranquila.
—Déjalo manejar esto por su cuenta. Porus ha sufrido durante años, desde la calamidad que se llevó las vidas de esos mil doscientos discípulos. Esta es su carga que soportar. Sería mejor que lo haga solo.
Kent giró la cabeza hacia el Anciano Patriarca, su expresión seria. —Entiendo. Pero mientras él se ocupa de esto, tengo una solicitud. Si no te importa, me gustaría pedirte un favor.