Han pasado tres días desde la impresionante victoria de Kent en la Lucha de Justicia Honor, y la Nación Helada estaba revolucionada con su nombre.
Las imágenes de la lucha de justicia todavía se estaban difundiendo entre los Foros públicos y oficiales. Muchas otras naciones estaban analizando seriamente la fuerza de Kent. Con la aproximación de la Cumbre del Tridente, todos se volvieron cautelosos y alertas ante la repentina aparición de una figura poderosa.
En el palacio real, la atmósfera había cambiado dramáticamente. Los sirvientes susurraban historias sobre cuán cerca habían estado de Kent, alardeando de conversaciones imaginarias e intercambios secretos con los forasteros, cada relato más extravagante que el anterior. El público se volvía cada vez más curioso a medida que estos rumores circulaban por la capital, pintando a Kent como una figura mítica.