—Señor Su, si tiene algo que decir, simplemente dígalo.
Shen Lin hizo esta pregunta, curioso sobre lo que Su Chen quería al organizar una reunión con él hoy, ya que era la primera vez que Su Chen tomaba la iniciativa de contactarlo.
—De hecho, hay un asunto con el que me gustaría pedir la ayuda del joven maestro Shen.
Su Chen encendió un cigarrillo y exhaló con indiferencia.
Shen Lin sintió un temblor en su corazón, sabiendo que aunque Su Chen hablaba con casualidad, el asunto ciertamente no iba a ser simple.
—Por favor, hable, señor Su. Definitivamente ayudaré si puedo.
dijo Shen Lin, aunque sus palabras ya dejaban algo de margen de maniobra.
Eso era decir que ayudaría si pudiera, pero si no, entonces, ni modo.
Su Chen simplemente sonrió ante esto. Su relación se basaba en el interés mutuo, después de todo, y la actitud de Shen Lin estaba completamente dentro de sus expectativas.
Si Shen Lin no mostraba este tipo de actitud, Su Chen en realidad tendría que ser cauteloso.