Por el bien de aquellos que murieron

—La esencia primordial que Fang Yuan recuperó mientras estaba en el estómago del jabalí finalmente no se utilizó.

—Esta vez, la horda de bestias estaba bajo la supervisión de los superiores de Gu Yue, y la banda del lobo relámpago fue sólo un pequeño accidente —rápidamente, los superiores de Gu Yue dieron su respuesta.

—Tres ancianos del clan lideraron a sus respectivos equipos y rápidamente comprendieron la situación.

—Apenas diez minutos después, Fang Yuan pudo oír sonidos de lucha desde fuera del estómago del jabalí, así como los gritos de los lobos relámpago.

—Rápidamente, pateó a la Maestra Gu femenina hacia afuera y salió arrastrándose, con manchas de sangre por todo su cuerpo.

—Fang Yuan naturalmente no tenía miedo de los lobos relámpago, pero sí temía quedar atrapado en la batalla. Si un Maestro Gu atacaba accidentalmente el cadáver, ¿no sería esa una mala suerte? ¿Y entonces a quién podría responsabilizar?