La gente busca una visión para prevenir una plaga.
ZINA
—¿Fionna? —dijo Zina, su voz transmitiendo claramente su asombro. Miró a la Hermana Roja como si intentara buscar algo de familiaridad cuando, en realidad, cuando había conocido a Fionna, estaba completamente ciega.
Pero eso no la detuvo de escrutar el rostro de la mujer en busca de su engaño, o de que esto pudiera ser un terrible sueño.
La Hermana Roja rodó los ojos como si encontrara a Zina increíblemente aburrida. Aún llevaba el frasco de porcelana en sus manos con descuido.
—Supongo que la adivina tenía razón. No diría que estás en la posición con la que las mujeres sueñan, pero tampoco estás exactamente como antes, Zina WolfKnight —Zina contuvo el aliento.
—¿Eres verdaderamente Fionna?
—Entiendo que no fuimos exactamente las mejores amigas mientras crecíamos, pero no me digas que has olvidado el hecho de que me uní a las Hermanas Rojas —cómo podría Zina olvidar el hecho de que Fionna fue enviada como su reemplazo.