Lo Siento

Y te encontrarás con un hombre que se supone debe quitarte la vida, pero en lugar de eso, se llevará tu corazón...

ZINA

Zina apenas había llegado a la puerta cuando se encontró con que un hombre como una muralla le bloqueaba el paso hacia adelante. Los ojos de Daemon se entrecerraban en miradas estrechas hacia ella, y algo se cocía como una tormenta dentro de ellos.

—¿Qué quieres? —dijo frunciendo el ceño, como si lo hubieran arrastrado a una fiesta en la que no quería participar.

Una pregunta hermosa, pero por más que Zina intentaba, cuanto más trataba de encontrar una respuesta particular a ella, más se le acumulaban montones y montones de ellas.

Quería muchas cosas, y Daemon solo podía darle tan poco. Su tiempo con los WolfKnights le había enseñado que en lugar de conformarse con menos, debería conformarse absolutamente con nada.