ZINA
Zina salió de los aposentos de la Reina Luna más enojada de lo que había llegado, mientras las últimas palabras amenazadoras de Bella se repetían en su cabeza como una promesa oscura.
—Nadie jamás se llevará a Suri de mi lado mientras yo no sea la Reina Luna. Los BloodMoon nunca lo permitirán —dijo Bella.
Zina no sabía por qué, pero por alguna razón olía a problemas. Lo mejor que probablemente podría hacer sería pedirle a Daemon que se hiciera cargo de Suri, pero incluso ese esfuerzo no parecía que fuera a dar mucho fruto.
Frustrada una vez más por su falta de capacidad para hacer algo, Zina se encontró caminando hacia la enfermería del castillo.
En ese momento, para ella, no era una mujer celosa sino una Theta preocupada por la seguridad del castillo. Una seguridad que Daemon parecía no estar tomando muy en serio.
—Theta —saludaron.