Zina
—Porque tengo la intención de reclamarte, Zina. Como mía, mi pareja, mi esposa, mi Luna, mi todo.
….
….?
Zina nunca había experimentado una explosión volcánica antes. Había oído hablar de ello, claro está, y la descripción encajaba perfectamente con las sensaciones que su corazón estaba atravesando en ese momento.
¿Sobreviviría a esto? ¿Quería sobrevivir a esto?
Instintivamente, como si estuviera huyendo del gran lobo malo, intentó alejarse de Daemon y sus palabras, pero él solo le apretó más fuerte la barbilla, sin darle ninguna oportunidad de escapar.
Su corazón latía en sus oídos, el sonido haciéndola jadear intensamente, ya que todo lo que podía ver eran ojos oscuros que engullían su mundo entero, y esos ojos contenían promesas suficientes para arruinarla.
Seguramente, ¿estaba bromeando?
Seguramente, no podría estar hablando en serio.