LUNA
El día de la subasta llegó en un envoltorio de ambiente terso con promesas de una resolución, en cualquier forma que fuera.
El centro de la subasta parecía ser piedras de diferentes tipos... incluso piedras comunes cuyos elementos habían sido alterados para alcanzar el meollo de una rareza que era muy codiciada.
Jade del Sur, Obsidiana del Norte, Diamantes del Este y Perlas de Mar del Oeste. Esos eran solo los puntos destacados, pues había demasiadas piedras siendo subastadas además de las cuatro centrales, y entre tales piedras estaba el ínfimo Ónice subastado por el popular mercader Kaliga.
Todos los que escucharon sobre el artículo del mercader pensaron que quizá el hombre estaba perdiendo la razón porque aunque el Ónice era difícil de procesar en efecto, su forma bruta podía encontrarse casi en cualquier lugar que poseyera rocas envejecidas, que era la totalidad de Vraga si se añadiera más contexto.