FIONNA (Continúa desde la perspectiva anterior)
—Para alguien que parece asombrosamente inteligente, eres bastante despistado cuando se trata de encontrar cosas.
Fionna rodó los ojos ante las palabras del Vidente mientras se concentraba en admirar los cuatro objetos en sus manos. Siempre se había considerado buena juzgando a las personas, pero tenía que admitir que había errado al respecto del Vidente.
Al principio, pensó que él era un recluso que no le gustaba hablar. Pero al contrario, al Vidente sí le gustaba hablar. Hablaba mucho, tanto que Fionna se había acostumbrado a escuchar su acento del oeste.
—De donde yo vengo, solo me enseñaron a tomar cosas, no a encontrarlas.
—¿Y puedes decirme de dónde es eso?
—Si te lo digo, ¿me revelarás los secretos detrás de tus igualmente asombrosas habilidades para encontrar objetos?