Zina
Los ojos azules, completamente divertidos, parpadeaban hacia Zina mientras ella permanecía inmóvil, en shock, sin procesar realmente las palabras del hombre que todavía la sostenía por la cintura, y cuyo bíceps ella todavía agarraba en busca de apoyo.
Su corazón golpeteaba contra sus oídos, tanto que estaba segura de que todos oían las extrañas palpitaciones y probablemente las confundirían con algún tipo de sentimiento de su parte hacia el apuesto desconocido de ojos azules y cabello plateado.
Zina no podría haberse confundido con el color de los ojos. Estaba segura de que esos ojos eran los mismos que los del lobo que se encontraba al lado de Daemon... el mismo lobo que murió bajo las manos de la figura encapuchada que de alguna manera llevaba el rostro de Zina y su bastón....
...no había manera de que iba a admitir que esa cosa desalmada que controlaba su bastón era ella. De ninguna manera.