Los Páramos

ZINA

—Lo hemos encontrado.

Zina se quedó quieta al oír las palabras, su corazón latiendo erráticamente. El primer pensamiento que le vino fue que el hombre que amenazaba a Daemon con los Diez Millones de Gramos de oro desaparecidos debió haber sido capturado, aunque todavía no entendía por qué se sentiría ansiosa por tal hecho que era motivo de alegría, por decir lo menos.

Tanto Teo como Daemon prestaron toda su atención a Sombra mientras el hombre misterioso bajaba la capucha de su capa revelando su rostro impasible y ojos que parecían haber visto lo peor del mundo.

—¿Quién? —preguntó Daemon tajantemente.

—El Lobo Rojo —fue la fría respuesta de Sombra que congeló a Zina por diferentes razones. La visión que vio mientras se perdía en los ojos azules de Kairos la golpeó de golpe.