ZINA
—Gran Theta, ¿cuál es su apuesta? —La voz nauseabunda de Theta Bryle IceSavage de la Manada IceSavage le llegó, sacando a Zina de sus pensamientos donde se había enterrado con éxito.
—¿Qué? —Tartamudeó, sin haber seguido la conversación de las tres mujeres y un hombre.
Cuatro pares de ojos la miraron fijamente, y Zina se dio cuenta tardíamente de que sobre su mesa, monedas, billetes y otros objetos de valor estaban esparcidos.
—Entiendo que puedas dudar en apostar, pero aun así, resulta poco decoroso pretender no saber de qué estamos hablando —Bryle Brestom sonrió con sarcasmo.
—Realmente no sé de qué están hablando —dijo Zina con sequedad, sin estar de humor para debatir con la Theta. También estaban sentadas a su lado las Sacerdotisas y Altas Sacerdotisas del Templo.
Parecía que Zina se había encontrado en medio de una reunión de mujeres chismosas. Ya estaba lamentando su decisión de haber dejado el lado de Daemon.