ZINA
Melwyn se inclinó y Zina notó que los ojos de la mujer se desviaron directamente detrás de ella. ¿Qué había notado? La carta que estaba quemando.
—Tengo curiosidad por saber por qué querrías eso. Ya hice todo lo posible para encontrar la energía dentro de ti —dijo Melwyn.
—¿Qué energía exactamente? —indagó Zina. Daemon no lo había explicado con exactitud y esa era una de las razones por las que había convocado a Melwyn. Necesitaba entenderlo mejor.
—Las personas que son experimentadas con magia oscura siempre tienen una sombra dentro de ellas —explicó Melwyn instantáneamente—; sin embargo, en tu caso, tu sombra es algo vivo y que respira.
—¿Y qué quiere decir eso exactamente? —la interrogó Zina, sabiendo perfectamente que había algo más de lo que ella no estaba hablando.