Rosa Luzelfo

FIONNA

Dicen que el miedo es lo suficientemente poderoso como para hacer que incluso los hombres más poderosos se inclinen, y la Madre Escarlata no era diferente. Frente a ella estaba el destino de aquel que se aventuró en la oscuridad para traicionar a su benefactor.

Y la Madre Escarlata, Cara Doefang, era esa persona. Una vez fue una Acólita, la Hermana Mayor había traicionado a la antigua Madre Escarlata y luego usurpó su puesto.

Todo lo hizo con la ayuda de nada menos que Daemon NorthSteed, pero sin que la mujer lo supiera, Daemon también había aprovechado la oportunidad para plantar una plaga en la organización de las Hermanas Rojas.

El tipo de plaga que no tuvo más opción que extenderse como fuego salvaje durante los tiempos más ventosos en el Sur. El tipo de plaga que corría tan profundo que la Madre Escarlata ya no estaba segura de quién era amigo o enemigo entre las mujeres que la rodeaban.