—Hermano... no te preocupes... Haré lo que has dicho.
—Pronto, anunciaremos la muerte del Rey Micheal al mundo.
—Pero por ahora... Creo que te estás olvidando de algo más importante hermano.
—¡Las armas de Baymard!
—Basado en los rumores que circulan, tienen algo que produce rayos.
—¿No te pondría eso en desventaja?
—Para nada —dijo Nopline mientras acariciaba su áspera barbilla.
—Por supuesto, él también había oído hablar de esa arma en particular.
—Pero por lo que sabía, uno tenía que estar bastante cerca de estos hombres antes de que usaran las armas contra ellos.
—Así que ya había preparado a sus arqueros para lanzar numerosas flechas primero... antes de enviar también a sus espadachines.
—Y además de eso, también había planeado hacer muchos escudos para sus hombres.
—No creía que tales armas pudieran funcionar contra escudos de hierro.
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