—No te preocupes, me quedaré cerca —dijo Penn mientras conducía el coche.
Salem se quedó a mi lado, y también Gavin y Lamar. Ellos podían ir y venir ya que no eran pícaros. Para Penn y Salem, sería mucho más fácil visitarme, ya que Alfa Díaz no querría molestar a sus padres. Pero Lamar y Gavin podrían ser obligados a irse.
Y sabía que Alfa Díaz haría algo así solo para presionarme.
—Lleva esto contigo —Lamar deslizó steady un cuchillo en mi bolso, pero Gavin negó con la cabeza.
—No la metas en problemas. Revisarán sus bolsos y cosas —Gavin sacó el cuchillo, negándose a dejarme llevar cualquier cosa que pudiera hacerme parecer una amenaza.
—Chicos, estaré bien —dije, tranquilizándolos ya que seguían asustados.
—¿Cómo? ¿Te estás tomando en serio las palabras de ese viejo? —siseó Lamar, crujiendo los nudillos.
—No, me estoy tomando en serio mi entrenamiento. Chicos, no soy esa Helanie tímida, confíen en mí —rodé los ojos juguetonamente, solo para reconfortarlos.