ANTES DE HOY
Ann acababa de bajarse de su sedán, riendo mientras leía algo en su teléfono cuando de repente sintió la mirada de alguien sobre ella.
Al levantar la vista, sus ojos se abrieron de par en par al darse cuenta de que realmente no estaba sola en el aparcamiento.
Max estaba allí, con una mano sosteniendo bolsas de comida china y la otra, una correa sujetando a Bubblegum para que no saltara a sus brazos.
—No esperaba que llegáramos al mismo tiempo, normalmente eres tú quien se pregunta dónde estoy en un evento o viceversa —explicó Max mientras empujaba su peso desde donde había colocado sus hombros contra su BMW.
—Suena a que te enorgulleces de decir eso como gerente —dijo ella con sarcasmo mientras se inclinaba casualmente para acariciar el pelaje del cachorro, emocionada cuando el cachorro le lamió los dedos y la cara.
Max negó con la cabeza mientras soltaba la correa, permitiendo que Bubblegum saltara a sus brazos ladrando.