—Dado que a Ann no le importa que se quede a dormir, entonces dejémoslo —dijo Talia, pasando su mano por el pecho de Jephthah con su brazo alrededor de su cintura mientras él la abrazaba por la espalda bajo las sábanas.
—¿Todavía tiene esperanzas de que estén juntos?
Talia soltó una risita.
—No lo sé, pero le he dejado claro que él no es de relaciones a largo o corto plazo. Por lo general son aventuras de una noche.
—Bueno, simplemente no quiero que Ann salga lastimada.
Se inclinó para mirarlo, pero sus ojos estaban cerrados como si estuviera pensando en algo.
—¿Por qué?
—Porque se merece a alguien que la ame, la respete y le dé la vida amorosa que merece. Digo, ya es rica... solo necesita amor verdadero, y John está lejos de darle eso.
—¿No has intentado hablar con él... acerca de su... errrr.. comportamiento?
—He intentado. Papá lo ha intentado. Me rendí y simplemente decidí esperar para ver si cambia al encontrar a su compañera.
Talia soltó una risita.