A

Definitivamente no era él, ni su hermana ni su madre, pero estas personas... no es de extrañar que sintiera una especie de aura sobrenatural emanando de ellos desde que había conocido a Theresa.

—Yo era un ratón de biblioteca en la secundaria y me interesé por las novelas de romance fantástico. Sé mucho sobre hombres lobos, brujas, vampiros, faes... solo que no sabía que existían —se sostuvo la cabeza—. Era demasiado para procesar, sin embargo, temía que si hacía demasiadas preguntas, Angela cumpliría su palabra y lo mataría sin pensarlo.

—Espera... ¿Qué hay de las brujas... Y- Y los vampiros... y los demás... ¿Son reales también?

Theresa se encogió de hombros, aún manteniendo su mirada fija en él como si estuviera observando cada uno de sus movimientos, por si intentaba escapar.

—Brujas - sí. ¿Vampiros y los demás? Sí, y no.

—¿A qué te refieres con Sí y No?