—Quiere saber a dónde fue su papá en medio de la noche —dijo Bell con una voz soñolienta pero juguetona. Se giró para enfrentarlo. Sonrió y apoyó su cabeza en su pecho—. Mamá también quiere saberlo.
—Hablemos de ello mañana —susurró—. Por ahora, solo descansamos.
—Entonces sé que ustedes están entrenados en muchas cosas diferentes... pero... ¿Realmente eres su doctor? Porque juraría que la persona que vi antes era una mujer —cuestionó Galen.
—Bueno, intenté que me cambiaran la cita de nuevo, pero Gail ya había llenado el cupo. Peter fue tan amable de ofrecer hacer al menos un ultrasonido para nosotros —dijo Bell alegremente con una gran sonrisa.
—Ah... ¿eso es lo que Peter fue tan amable de hacer? —preguntó Peter con una sonrisa irritada. Se giró hacia Galen y sonrió—. ¿Por qué no le preguntas a tu esposa por qué Peter, que se supone que debería estar tomando un día libre muy necesario, ahora está cubriendo todo un turno por Gail y su enfermera?