—¿Qué demonios haces aquí? —exigió Ashleigh.
—¿No me vas a invitar a pasar a tomar una taza de té? —sonrió Alicia.
Ashleigh no respondió.
—Es broma —suspiró Alicia—. Dudo que alguna vez disfrute del té.
—¿Quién te dejó entrar aquí? —exigió Ashleigh.
—Intrusa.
—¿Aquí, en el sentido del edificio o en el sentido más general del territorio completo? —preguntó Alicia, aún sonriendo.
—Ella se burla de ti.
Ashleigh gruñó.
—Tengo mis medios —respondió Alicia, su sonrisa vacilando un poco.
—¡Intrusa!
—¡Invasora!
—Increíble —Ashleigh se burló—. ¿Entraste a la fuerza? ¿Otra vez?!
Alicia respiró hondo y se lamió los labios.
—No —dijo, mientras sacaba una tarjeta de su bolsillo—. Les mostré esto.
Ashleigh no dudó en tomarla. Era un reconocimiento de su papel en Invierno como la pareja de Axel, solicitando que se le permitiera el paso seguro por todos los aliados de Invierno.